no sé ni cómo empezar a describir este libro, me dejó seca.
Brutal, hay que esperar más de Brenda, me dejo esta bola de incertidumbre, este final, retrato al Mexico existente, los desaparecidos, la violencia, la idiosincrasia...
«¿Por qué les llaman desaparecidos y no se atreven a llamarles muertos? Porque los muertos somos los que los buscamos, ellos siempre, siempre seguirán vivos.»
No podía parar. La manera en que Brenda da voz a sus personajes y los hace tan crudamente reales me pareció fascinante. Verdades que pocos se atreven a plasmar sobre un tema siempre sobre protegido como es la maternidad, envuelta en violencia y machismo; todo entrelazado con un hilo de duda y una desaparición que pone en evidencia facetas terriblemente humanas.