«Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de estúpidos.» Erasmo de Rotterdam
Publicado originalmente en 1511, este texto satírico de corte filosófico escandalizó a una época y contribuyó al surgimiento de la reforma protestante. En la obra, la locura toma la palabra y elogia la ceguera y la imbecilidad de los hombres, quienes se dejan manipular por los poderosos y aceptan como ciertas las supersticiones. Estamos ante una crítica feroz a la Iglesia católica y a los excesos del papado, y un cuestionamiento del poder y el falso conocimiento de los gramáticos, filósofos y teólogos. En tono irónico, estas páginas explican por qué la locura tiene mayores “ventajas” que la racionalidad y afirma que los hombres son más felices cuando se encuentran bajo el dominio de la necedad.