Las palabras son armas poderosas. Pueden servir para inspirar o para exaltar, para proporcionar consuelo o generar confrontación, para conseguir la victoria o forzar la rendición. Y, con frecuencia, la mejor de las retóricas, en boca de los maestros de este arte, consigue exaltar al más insensible de los oyentes. En un espe ctro temporal que va desde el siglo V a.C. hasta nuestros días, esta recopilación de discursos detalla aquellos momentos cruciales de la historia del mundo en los que las palabras de una persona han tenido un eco trascendental en las masas. Repasando la oratoria de hombres y mujeres, de liberales y radicales, de militares y civiles, cada discurso se sitúa en su contexto histórico y se analiza su repercusión sobre el ánimo, dispuesto o reticente, de las personas a las que fue dirigido. De los emocionados llamamientos de Garibaldi a sus soldados —“¡A las armas, pues, vosotros todos!”— o del presidente estadounidense Ronald Reagan —“Señor Gorbachov, ¡Derribe este muro!”— al afligido llamamiento de Pericles al entonar su oración fúnebre, Discursos que inspiraron la Historia pone de manifiesto cómo, en tiempos de incertidumbre para los pueblos, las simples palabras pueden transformarse en instrumentos de guerra o de paz, y atesoran el potencial de modificar el curso de la evolución de la humanidad…