De entrada, un envoltorio. La tarjeta de visita con que se presenta la angustia que nos visita de vez en cuando, precisamente en el momento en que perdemos nuestro GPS, nuestras certezas, las seguridades de que el Otro no desea nada pernicioso de nosotros y dudamos de sus intenciones, imaginándonos lo peor, o cuando perdemos el control de lo sabido, navegando en el mar de lo inquietante, de lo que no sabemos. La ansiedad es nuestra respuesta a la pregunta ¿qué soy para el Otro?