Hay ciertas criaturas que tienen que dormir un sueño largo. El del olvido casi completo que las sana del desgaste, de las modas, de los epígonos que las invocan sin darles nada. Pero al final de ese reposo, pueden reencarnar en páginas que les hagan justicia. En estas páginas renace una criatura que traiciona sus avatares anteriores para permanecer fiel a sí misma. Su dicción es nueva por lo mismo. Eso es Eloísa: sirena y bruja del agua, santa sexual, demonio pedagógico, acaso simple fantasía de un muchacho de provincia. Esto es su invocación.