Umberto Eco llega incluso a seis elementos: (1) el fundamento procura, de un lado, un punto de vista sobre el objeto dinámico, pero delimita, de otra parte, el contenido de un significado; (2) el objeto inmediato es, de un lado, seleccionado en el objeto dinámico por el fundamento, e interpretado, del otro lado, por el interpretante; (3) el objeto dinámico motiva la elección del representamen, que, asociado él mismo al interpretante, per mite desprender de ahí el significado