aún a día de hoy. De ahí la atención que hemos prestado a la geografía del Mediterráneo en cuanto que región colectiva, a la vez que conjunto de mares diversos de Oriente y Occidente, cada uno con su propia configuración: cerrado como el mar Negro; puente entre Grecia y Asia Menor, como el mar Egeo; corredor de unión, como el mar Jónico; canal entre Iliria e Italia, como el mar Adriático; acceso a Occidente, como el mar de Sicilia; o puerta hacia Etruria y Roma, como el mar Tirreno.
En realidad, el Mediterráneo antiguo era un lugar de intercambio, interacción y contaminación. En el centro estaba Grecia, península abierta al mar de litorales abruptos, puertos y refugios estratégicos y mil y una islas; punto de partida del comercio y la colonización hacia