gada, siempre que intento sacar plática con alguien mis cachetes se ponen rojos, siento que me van a estallar, me pongo más nerviosa y ya no sé ni lo que digo.
Marcia Ramoshas quoted14 days ago
Desde niña me habían dicho que para eso era el matrimonio. Volver en pareja, así como salimos. Lógica inapelable hasta entonces. Decidí que si había forma de volver tendría que ser sola. Entonces fue cuando empecé a planearlo. Urdí con esmero
Marcia Ramoshas quoted14 days ago
gustaban. Así, cuando ella me confió que estaba en el camino de la búsqueda de la iluminación, yo eché mano de la poca bibliografía que había leído al respecto para ganarme su confianza
Marcia Ramoshas quoted14 days ago
Cuando nos vamos de este mundo, antes de cruzar el gran río, decía mi abuelita, te van a pedir que lleves todos tus cabellos y tus dientes, todas las partes de ti. Porque si no llevas todo, te mandan de regreso a que busques por los lugares donde anduviste hasta que juntes todas las partes que fuiste. Por eso ella tenía una cajita donde iba poniendo sus
Marcia Ramoshas quotedlast month
¿Recuerdas que habíamos hablado del poliamor?”. Ella avanzó solo para darse el gusto de verlo retroceder. Su mirada siguió atenta y divertida las rodillas de Rodrigo posarse, ridículas y contritas, en el suelo. La
Marcia Ramoshas quotedlast month
Actividades como fumar la pipa sagrada, hacer la meditación de la luna, tomar baños de rosas o descubrir el zodiaco maya se habían convertido en una especie de territorio donde ella y Rodrigo entraban como turistas del bienestar holíst
Marcia Ramoshas quotedlast month
¿Tendré que volar para cagar?”. Decidió que un día de ayuno no le hace mal a nadie. Sin embargo, su resolución se veía comprometida mientras se acercaba la hora de comer. Sus compañeros ya estaban
Marcia Ramoshas quotedlast month
Katia era, ante todo, una mujer práctica, de modo que en cada situación encontraba ventajas y desventajas. Pro: no tendría que vestirse, llegaría más rápido y temprano; no tenía hambr
Marcia Ramoshas quotedlast month
felicidad, pues no recordaba haberla sentido en mucho tiempo. –Todo por hoy, amigo –dijo Ernesto, sonriente. –Gracias –dijo Julián–. Disculpe por…, bueno, por desconfiar… –No se preocupe, amigo, gajes del oficio –dijo mirand
Marcia Ramoshas quotedlast month
Julián no supo cómo pasó, pero su cuerpo estaba bailando. Sus piernas ya no eran torpes troncos enraizados, su torso ya no parecía árbol artrítico, al contrario, se movía acorde con la música; incluso sus rizos dejaron de ser resortes anárquicos para dibujar suaves contornos en el aire. Se sintió mar penetrado por la l