Si eres consciente, meditativo, si buscas el origen real, tarde o temprano te darás cuenta de que fluye desde dentro. Una vez que comprendas que siempre ha fluido desde el interior, de que es algo que ya posees, cesará la indulgencia. Y ése será el primer paso hacia la ausencia de deseos. A partir de entonces dejas de buscar, de anhelar. No matarás los deseos, no lucharás contra ellos… porque habrás encontrado algo más grande. Los deseos ya no te parecerán tan importantes. Se marchitarán.