El primer grupo de pinturas se inicia a la entrada de la habitación, tiene en la pared de la izquierda a la mujer melancólica apoyada contra el bloque de piedra –una personificación de La Melancolía –, en medio del grupo el terrible Aquelarre de las brujas con el macho cabrío negro, y a la derecha, a modo de clímax, el propio Saturno devorando a sus hijos. Este está vuelto hacia el Aquelarre.