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Marie Vingtras

Ventisca

  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Ahora estoy sentado en el sillón del hombre al que voy a traicionar, en su propia casa. Me ha brindado su hospitalidad y mucho más aún, y yo voy a hacerle perder aquello que seguramente más le importa. ¿Por qué motivo exactamente? Porque le he vendido mi alma a una desconocida
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Todo lo que sé es que me niego a que me sacrifiquen como a un animal. Si tengo que morir, mejor mirar a la muerte de frente, sin temblar, como lo habría hecho Benedict
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    No sabía si tenía que volver a casa de Cole para hacerle justicia a mi hermano o si debía seguir buscando al niño. No había nadie para decirme qué hacer. Solo quedaba y
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Miré a Cole, tendido a mis pies, tenía una curiosa expresión en la cara, como si lo que le había pasado no lo extrañase en realidad. Supongo que los hombres de su clase se esperan un final violento, que es la consecuencia lógica de su vida. Después de mi padre, era el hombre que más había contado para mí, el que más cosas me había enseñado, pero lo que le había dado a un hermano se lo había quitado al otro multiplicado por cien, hundiéndolo en el abismo día a día.
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Se volvió, encañonándome, yo estaba casi a su altura. Bajó la escopeta, me sonrió y, señalándome a Bess con la cabeza, me dijo: «Déjame hacerlo, es por tu bien». Al verlo sonreírme, me he vuelto loco. Lo golpeé de plano con la pala, el hueso de la mandíbula crujió con tanta claridad como si hubiera roto una rama seca. Soltó el arma, al caer de rodillas, y se disparó sola. Me agarró un faldón de la chaqueta y me miró con su cara de pobre hombre contri
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Ese amor no precisaba comentarios. Daba igual que Benedict no fuera su padre, lo quería y eso es, desde luego, cuanto necesita un niño para crecer, al menos durante un tiempo
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    A veces el lastre de los secretos pesa tanto que ni siquiera sabemos ya cómo quitárnoslo de encima salvo desapareciendo con ellos. Sé muy bien por qué no le conté nada a Benedict la primera vez que encontré la libreta. Pensé que un hombre no podía entenderlo, que solo una mujer podía saber lo que Thomas había vivido cada vez que Cole abusaba de él.
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Si hubiese ido a casa de su hermano, habría dado con la respuesta a todas sus preguntas, pero nunca quiso entrar en ella.
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Era una auténtica ironía del destino que la máquina que me había vendido creyendo que me engañaba sirviera para transportar su cuerpo
  • Dianela Villicaña Denahas quotedlast year
    Aunque acabe en la cárcel, incluso si me arrojan lejos de este país helado, estoy segura de que, cerrando los ojos, conseguiré recordar esta tierra que me ha devuelto a la vida, recordar el latido del corazón bajo el hielo, el frío fuera y la llama dentro. Nunca me he sentido tan en mi lugar como aquí, con todas estas piezas de un ajedrez incompleto, aún más incompleto ahora que faltan tres
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