A quienes nos chifla la moda —y no sólo hablo de ropa, sino también de gadgets, cocina o cultura— alguna vez nos hemos sentido así. Vemos estos pequeños objetos como seres que nos hacen la vida mejor, más cómoda, más bonita. Y no, la moda no es indispensable para vivir, pero, sin duda, el mundo sería un lugar con muy poca gracia sin ella.