El mate, infusión de origen guaraní extendida entre las clases populares, con el tiempo se fue arraigando en todas las esferas de la sociedad. Difícilmente haya alguna asamblea o reunión donde no haya uno o varios mates cargados de pólvora verde; compañero en luchas y en cárceles, es parte de la vida cotidiana de nuestra sociedad al igual que los valores anárquicos.
En pocos sitios el anarquismo ha participado tanto en la construcción de los fundamentos de una sociedad como en el Río de la Plata. Contrariamente al deseo de la «gente bien», lxs proletarixs que poblaron la región traían, junto con sus ganas de vivir mejor, sus ideas de subversión y justicia social. La tierra purpúrea que los recibió no era ajena a las luchas por la dignidad. A todas las libertades ganadas a costa de sangre, se deben agregar todos los demás aportes, hechos por la chusma organizada, a la transformación social. Escuelas, teatros, asociaciones mutuales, comisiones fomento, bibliotecas, clubes deportivos, coros, sindicatos y cooperativas llevan en su ADN algo de las luchas de las federaciones obreras, las huelgas, las bombas y la solidaridad entre oprimidxs.
Este pequeño diccionario da cuenta de ello. Por sus páginas transitan historias, conceptos, personas y, principalmente, herramientas para pensar la realidad anárquicamente…