bookmate game
Paul Auster

Invisible

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Antonio Estebanhas quoted5 years ago
    en el mundo hay más poesía que justicia.
  • Fernando Alejandrihas quoted6 years ago
    El verdadero amor, afirma, es cuando sientes tanto placer al darlo como al recibirlo.
  • Fernando Alejandrihas quoted6 years ago
    Pero las probabilidades no cuentan cuando se pasa a la realidad, y el hecho de que parezca imposible que ocurra algo no quiere decir que no vaya a suceder.
  • Milena Garcíahas quoted5 months ago
    el temor es lo que nos impulsa a correr riesgos y a sobrepasar nuestros límites normales
  • Haroldo Piñahas quoted7 months ago
    Preparó la cena para los dos durante cinco días seguidos, y dormimos juntos a lo largo de cinco noches en la habitación de invitados al fondo del pasillo. Podíamos haber utilizado el otro dormitorio, que era más amplio y confortable, pero ninguno de los dos quería entrar allí.
  • Haroldo Piñahas quoted7 months ago
    Habló de los nazis y la guerra, y luego formuló la sorprendente teoría de que la admiración hacia Estados Unidos inspiró a Hitler la utilización de la historia norteamericana como modelo para su conquista de Europa. Fíjese en los paralelismos, argumentó, y verá que no es tan inverosímil como parece: la aniquilación de los indios se convierte en el exterminio de los judíos; la expansión hacia el Oeste para explotar los recursos naturales se traduce en el avance hacia el Este con el mismo propósito; la esclavitud de los negros para procurar mano de obra barata pasa a ser el sometimiento de los eslavos para producir un resultado similar. Larga vida a Norteamérica, Adam, prosiguió, sirviendo más coñac en nuestras copas. Larga vida a la oscuridad que habita en nosotros.
  • Haroldo Piñahas quoted7 months ago
    Porque las drogas me dan miedo. Dos amigos míos del instituto murieron de sobredosis de heroína. Mi compañero de habitación de primero se volvió chaveta de tanta anfetamina y tuvo que dejar la universidad. Una y otra vez, he visto a la gente subirse por las paredes por un mal viaje de LSD: gritando, temblando, dispuestos a suicidarse. No quiero tener nada que ver con eso. Que el mundo entero se coloque con drogas si le parece bien, pero a mí no me interesa.
  • Haroldo Piñahas quoted7 months ago
    Su padre, por ejemplo, Joseph Walker, de cincuenta y cuatro años, más conocido como Bud, es dueño del supermercado Shop-Rite, que él dirige personalmente en la calle principal de la ciudad. Su madre, Marjorie, alias Marge, tiene cuarenta y seis y ha traído tres hijos al mundo: a su hermana, Gwyn, en noviembre del cuarenta y cinco; a usted, en marzo del cuarenta y siete; y a su hermano, Andrew, en julio de mil novecientos cincuenta. Una historia trágica. El pequeño Andy se ahogó cuando tenía siete años, y me duele pensar en lo insoportable que aquel dolor debió resultar para todos ustedes. Yo tenía una hermana que murió de cáncer más o menos a esa edad, y sé lo terrible que una muerte así es para la familia. Su padre ha afrontado el sufrimiento trabajando catorce horas diarias, seis días a la semana, mientras que su madre se ha vuelto retraída, combatiendo el azote de la depresión con fuertes dosis de fármacos y sesiones con un psicoterapeuta dos veces por semana. El milagro, en mi opinión, consiste en lo bien que han resistido ustedes dos frente a tal calamidad. Gwyn es una chica guapa e inteligente que estudia el último año de carrera en Vassar, y piensa empezar el doctorado en literatura inglesa aquí mismo, en Columbia, este otoño. Y usted, mi joven e intelectual amigo, mi escritor en ciernes y traductor de desconocidos poetas medievales, resulta que ha sido un destacado jugador de béisbol en el instituto, capitán suplente del equipo, nada menos. Mens sana in corpore sano. Más aún, aseguran mis fuentes que es usted una persona de gran integridad moral, un ejemplo de moderación y buen juicio que, a diferencia de la mayoría de sus compañeros de clase, no se interesa por las drogas. Por el alcohol, sí, pero nada de drogas; ni siquiera la ocasional calada de marihuana. ¿Quiere decirme por qué, señor Walker? Con toda la propaganda que hoy circula por todas partes sobre las propiedades liberadoras de narcóticos y alucinógenos, ¿por qué no ha sucumbido a la tentación de buscar nuevas y estimulantes experiencias?
  • Haroldo Piñahas quoted7 months ago
    En cuanto al nombre, anoté varias posibilidades, con idea de dejar que Born decidiese, pero mis preferencias iban hacia Stylus: en honor a Poe, que había intentado lanzar una revista con ese nombre no mucho antes de su muerte.
  • Haroldo Piñahas quoted7 months ago
    Amo el júbilo de la primavera
    cuando retoñan hojas y flores,
    y me inunda el regocijo de los pájaros cantores
    que resuenan por el bosque;
    y me deleita la visión de los prados
    adornados con tiendas y pabellones;
    y grande es mi felicidad
    cuando los campos se llenan
    de monturas y caballeros acorazados.

    Y me emociono al ver a los exploradores
    que obligan a hombres y mujeres a huir con sus pertenencias;
    y la felicidad me invade cuando los expulsa
    un enjambre de hombres armados;
    y mi corazón se remonta
    al contemplar el asedio de castillos poderosos
    mientras sus murallas ceden y se derrumban
    con las tropas agrupadas al borde del foso
    y fuertes y sólidas barreras
    cercan por todas partes el objetivo.

    Y me alborozo asimismo
    cuando un barón dirige el asalto,
    montado en su caballo, armado y sin miedo,
    dando fuerza a sus hombres mediante su coraje y valor.
    Y así cuando empieza la batalla
    hasta el último de ellos está dispuesto
    a seguirlo de buen grado,
    pues nadie puede ser hombre
    hasta haber dado y recibido
    golpe tras golpe.

    En lo más reñido del combate veremos
    mazas, espadas, escudos y yelmos multicolores
    hendidos y aplastados,
    y hordas de vasallos atacando en todas direcciones
    mientras los caballos de muertos y heridos
    vagan sin rumbo por el campo de batalla.
    Y cuando empiece la lucha
    que todo hombre bien nacido piense sólo en romper
    cabezas y brazos, pues mejor estar muerto
    que vivo y derrotado.

    Os digo que comer, beber y dormir
    me procura menos placer que oír el grito
    de «¡A la carga!» en ambos bandos, y escuchar
    súplicas de «¡Auxilio! ¡Socorro!», y ver cómo
    los poderosos y los humildes caen juntos
    sobre la hierba y en las zanjas, y contemplar cadáveres
    con la punta de quebradas lanzas, adornadas de banderines,
    asomando por los costados.

    Barones, mejor dejad en prenda
    vuestros castillos, vuestros pueblos y ciudades,
    antes que renunciar a la guerra.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)