Es difícil de creer pero este libro se lee entre llamas. Todo arde, tan pronto te sumerges en la lectura, el fuego devora el alma del lector. Es lugar común hablar de la Temporada como la renovación del lenguaje poético. Hoy no se entiende la poesía contemporánea sin este librito de Rimbaud.
Al filo entre múltiples universos, la Temporada parece que se escribió ayer. De la mano de dos poetas estupendos (Girondo y Molina) la traducción al español es música. Además como lectores del siglo XXI siguen vigentes algunos conceptos filosóficos como la estética y su alcance superior; el cuestionamiento a la moral; la revisión histórica de oriente y occidente; y, el vitalismo existencial que impulsa a la síntesis.
La Temporada tiene una historia tan increíble como procaz e infantil. Un joven de 20 años escribe en el siglo XIX un único libro que se convierte en un legado. Rimbaud abandona la literatura y lanza a la posteridad la renovación de la poesía a través del lenguaje simbólico. Muere a los 37 con una fama oscura de tráficante que va de la mano de la gloria literaria.