Pese a la información difundida por los medios masivos de comunicación, y tomando en cuenta que el cambio climático es una constante en nuestro planeta, los datos científicos muestran que ni los huracanes son cada vez más frecuentes, ni las islas están desapareciendo, ni el aumento del nivel del mar se ha acelerado en los últimos miles de años. No obstante, desde hace varias décadas, se constata un rápido y sostenido deterioro de las zonas costeras, producto de la concentración desordenada de la población, el vertido de efluentes o las malas prácticas agrícolas, entre otras causas posibles derivadas de la acción del ser humano.
Partiendo de seis casos de estudio, los autores relatan sus experiencias como especialistas en la gestión ambiental de costas en diferentes países de América Latina con el propósito de demostrar que el discurso del ecologismo catastrofista no se articula sobre datos científicos y que podríamos solucionar innumerables problemas ambientales, atribuidos al cambio climático, cuando atendemos e identificamos las verdaderas causas que, por lo general, son de carácter local.