no quieren ayuda, mejorar, estar sanos, librarse de los dolores. No, lo que quieren es que otras personas, yo entre ellas, traten de ayudarlos, y después quieren que esa situación se mantenga, seguir estando enfermos y que yo siga comiéndome la cabeza con los resultados de las pruebas y que las envíe de nuevo a analizar y que pida nuevas consultas, porque esta situación, con todas sus preocupaciones y todas sus esperanzas y todos sus cuidados y su fe en el futuro, es un estado agradable en sí mismo. Y el paciente no tiene por qué querer dejarlo atrás.