Robert Silverberg es capaz de sorprender cuando menos te lo esperas. Con la saga de Majipur que empieza en este libro asume la difícil creación de un mundo (Majipur) donde conviven distintas razas extraterrestres (Incluida la humana) y donde la magia y la ciencia se mezclan de una forma muy sutil. Esta recreación del mundo de Majipur, con inmensas áreas urbanas pseudo-medievales, montañas de 50 kilómetros de altura, increíbles zonas salvajes donde habitan especies autóctonas metamórficas y donde la comentada ciencia es capaz de crear animales de laboratorio es una increible sopa de ideas que te aventura a descubrir un mundo nuevo donde parece que todo sea posible: Seres extraños, paisajes imposibles, magia… La trama a priori no parece original: El viaje iniciático de un chico que parece tener un destino más elevado que no ser un simple malabarista que viaje a lo largo y ancho del enorme planeta, pero este esquema básico te engancha delicadamente gracias a la fantástica prosa de Silverberg que te transporta a Majipur. Es capaz de hacerte imaginar lo inimaginable y de mostrarte con palabras cualquier hecho por increíble que parezca. Parece que Silverberg haya escrito una obra sin pretensiones, para pasárselo bien, como llamado por una invisible musa que lo anima a describir la fantasía y la magia de un mundo que poco a poco vas haciendo tuyo. Recupera el sentido de la aventura, algo perdido en la ciencia ficción actual, y te da ánimos para descubrir imágenes inesperadas. Majipur da para esto y más. Sí que es verdad que la fuerza de la fantasía es más evidente que los leves toques de ciencia ficción de la obra: Algunos aparatos claramente futuristas, la insinuación que Majipur forma parte de un universo colonizado, la mención de la Tierra como cuna de la expansión humana… por este motivo lo he catalogado como ciencia ficción fantástica o lo que es lo mismo: El equilibrio casi perfecto entre nuestras fantasías más aventureras y unos toques de realidad futurista. ¿Qué más se puede pedir a una novela? El libro original Lord Valentine's Castle fue separado en dos partes en su traducción a Ultramar por lo que su puntuación será exactamente la misma que la de su segunda parte: El Laberinto de Majipur.