En un último gesto de sensatez, Don Raymonde Aprile decide retirarse a tiempo del crimen organizado tras una existencia dedicada a la conquista implacable de este mundo, sus tres hijos han crecido ajenos a la vida oscura que él ha llevado, hasta convertirse en miembros descendientes y de seguir de cerca al grupo de bancos internacionales que posee, Don Aprile ha decidido ceder el relevo al joven Astorre, a quien adoptó años atrás para formarlo y convertirlo en su mano derecha. Con Omerta, Mario Puzo se adentra por última vez en el mundo de la mafia y cierra con contundencia el círculo que inició con El Padrino.