En aquella época, la realeza domina la vida de los mayas durante más de un milenio. Uno de sus principios más importantes se sustenta en una organización jerárquica de la sociedad, que, bajo la autoridad real, está compuesta por nobles, propietarios, escribas, guerreros, arquitectos, profesionales, administradores, artesanos, vendedores, comerciantes, obreros y agricultores.