El 11 de abril de 1859 Márquez o Miramón (que luego pretenderán inculparse mutuamente) asaltan un hospital de sangre de los liberales a las afueras de la capital y perpetran “Las matanzas de Tacubaya”. El título, que pasaría a la historia, es el que Zarco dio a una de sus creaciones periodísticas más acabadas y eficaces, mezcla de requisitoria enardecida, de análisis político y militar y de narración pormenorizada, con una nómina exhaustiva de las víctimas: