Este libro analiza las políticas de relaciones financieras internacionales de la última Dictadura Militar argentina, que culminó con una crisis y deuda externa a comienzos de los ochenta. Examina el rol de diversos gobiernos, grupos empresarios, banqueros, entes oficiales, y organismos multilaterales, cuya ideología y decisiones signaron los orígenes, desarrollo e, incluso, los intentos por resolver las consecuencias de un proceso cuyo alcance y características no obedecieron a circunstancias excepcionales que han quedado enterradas en el desván de la historia. Por el contrario, problemas y dilemas muy similares, y la controvertida intervención de distintos actores en el orden nacional e internacional, también signaron la crisis financiera internacional de 2008–2009 y la más reciente de la deuda externa en los países periféricos de la Unión Europea.
En efecto, tal como se demuestra con este trabajo, al igual que en la crisis internacional, en los orígenes y evolución del caso argentino incidieron ciertas variables, como la interrelación de los mercados financieros internacionales, los descalces en las tasas de interés y los plazos de vencimiento de las obligaciones bancarias, la acelerada desregulación e innovación financiera en plazas con abundante liquidez, y las discutibles evaluaciones de banqueros, organismos multilaterales y agencias calificadoras de riesgo. Todo esto justificado por el aparente riesgo de crisis sistémicas de alcance mundial, que también forzaron la implementación de novedosas políticas cuyos beneficiarios, marcos conceptuales y resultados concretos tuvieron un alcance muy limitado.