Mejorando mis Relaciones Personales. Amistades, Familia y Pareja

menos cinco o diez minutos sin que nada ni nadie nos interrumpa, siendo muy recomendable que sea siempre a la misma hora para crear el hábito, bien al comienzo del día o antes de acostarnos, según nuestra preferencia.

que la práctica regular de meditación, durante, al menos, dos meses con sesiones semanales, reducían las localizaciones relacionadas con el estrés y aumentaban las relacionadas con la consciencia y la compasión.

Aunque vivamos en ciudades más o menos grandes, siempre es deseable y posible salir a espacios al aire libre (parques, paseos, playas, plazas, etc.), para relajarnos con los beneficios de pasear y del contacto con las otras personas, especialmente si son buenas amistades y familiares significativos.
Pasar, al menos, media hora al aire libre propicia, especialmente, el buen humor, la reflexión, sociabilidad, atención, creatividad y la memoria, tanto haga buen o mal tiempo, para ello podemos aprovechar agregar ese tiempo a la salida del trabajo, antes de volver a casa o tras las comidas diarias.

Comparte disfrutando tiempo diario con amistades y familiares

Quienes saben apreciar lo que tienen, sintiéndose agradecidos a la vida, se sienten más felices, igual que cuando mostramos gratitud verbalmente de manera clara a los demás por sus buenas acciones.

Pensar de manera positiva propicia sonreír con naturalidad y a su vez, además, cuando sonreímos de forma sincera y abierta propiciamos los pensamientos positivos, el estado de ánimo y la retroactividad en nuestras interacciones.

La actividad física no competitiva realizada diariamente es una excelente medida contra la ansiedad y la depresión, resultando especialmente eficaz tanto si se realizaba sola o combinada con tratamientos psicofarmacológicos.

La deficiencia en el sueño reparador afecta especialmente al hipocampo, por lo que estas personas que duermen poco y mal tienden a recordar más intensamente los acontecimientos negativos y olvidan con más facilidad los positivos.

Por otra parte la persona que es capaz de amarse de forma sana está más capacitada para amar saludablemente a otras personas, ya que podrá aceptarlas de manera incondicional, respetándolas en sus diferencias, sin tratar de cambiarlas.

Lo que es cierto, en la mayoría de los casos, es que las personas felices irradian su felicidad, por lo que resultan especialmente atrayentes para los demás, ya que nos facilita sentirnos bien en su compañía, compartir buenos momentos y nos ayuda anímicamente estar a su lado.