—En tan solo un mes conseguiste cambiar mi vida. Conseguiste que volviese a ser esa persona que daba por muerta, me hiciste feliz y me diste muchos motivos para querer vivir. Cuando descubrí la verdad... fue un golpe demasiado duro, pasé de estar en la cima de la felicidad a descender al más terrible de los infiernos. Pensar que lo habías hecho solo por el dinero, que para ti yo era solo un cliente más...
—Max... —intento explicarme, pero él pone uno de sus dedos sobre mi boca y prosigue.
—Hablé con mis padres y me lo explicaron todo, me sentí estafado, tanto por ellos como por ti. Estafado, engañado por las únicas personas que supuestamente me querían de verdad. ¿Sabes lo duro que fue descubrir que todo lo que hacías no era por voluntad propia, que tu plan desde el principio era cumplir una misión para, inmediatamente después, desaparecer de mi vida y aparecer en la vida de otra persona? Me sentí una puta rata de laboratorio.
A medida que va hablando, su entusiasmo decae. Sus palabras son muy crueles y saber que, en parte, son ciertas, me hace sentir la peor persona del mundo. Puedo notar cómo, mientras va diciendo todo esto, se van abriendo algunas heridas en su interior, cómo él las roza sin querer y despierta todo el dolor de golpe.
—Pensaba que este mes estaría fatal, que sin ti no sería nada... Pero no fue así. Este mes he hecho mil cosas que nunca tuve el valor de hacer, he retomado todas esas aficiones que abandoné, conversé con mis padres y llegué a algunas conclusiones con respecto a la familia, incluso salí de fiesta...
Max hace una pausa para agarrar mi mano con fuerza. Sus ojos se fijan en los míos y, con mucha seguridad, declara:
—Mía, tu trabajo funciona. Y es increíble que aún queden personas como tú que se preocupan por el bien ajeno. Me has hecho feliz, tremendamente feliz. Y eso ningún médico lo puede lograr, ni todo el dinero del mundo lo puede comprar... Solo quería darte las gracias.
Max ❤️🩹