En la sociedad abundan mensajes que presentan soluciones simples a problemas complejos. Son atractivos porque responden a la intuición, y nos seducen con la receta mágica que aparentemente nos ayudará a afrontar nuestros retos. Sin embargo, la complejidad de nuestro mundo conlleva necesariamente que las soluciones sean también complejas y la educación no es ajena a este desafío. De hecho, basta con leer los titulares relacionados con la educación para darse cuenta de que, por lo general, hemos renunciado a analizar con profundidad la realidad educativa. En estas páginas se repasan las simplificaciones más frecuentes en torno a la educación, para analizar sus matices y aristas. Se revelan también sus contradicciones, aportando luz desde la investigación educativa para aproximarnos a la realidad, admitiendo que las respuestas son quizá más complejas e inciertas de lo que nos gustaría. Educar en la complejidad es una reflexión calmada sobre la educación. Algo así como abrir las ventanas y airear un tema a veces demasiado encerrado en posturas contrarias. Dirigido a los profesionales del mundo educativo, pero también a las familias y a cualquiera interesado en este mundo apasionantemente complejo, este libro asume que lo complejo puede ser muy hermoso si entrenamos nuestra mirada y buscamos juntos métodos para analizarla.