Reko, quien trabajó para una empresa minera en Oaxaca a partir de 1917, recolectó miles de especímenes y su aportación fue fundamental para la identificación de los hongos alucinógenos y del ololiuhqui u ololuc –una enredadera conocida popularmente como «piule»–, «los ojos desorbitados» y «la señorita» entre otras plantas.