Soma era el pilar del cielo, el hijo de los cielos, una bandera roja brillante de sacrificio cósmico, el dios para los dioses, escribió Wasson, quien armó un equipo deslumbrante de intelectuales para estudiar el tema: el poeta, con gran conocimiento del griego y el latín clásicos, y autor de La diosa blanca, Robert Graves; la académica experta en sánscrito y autoridad en los vedas Wendy Doniger O’Flaherty; y el farmacólogo Albert Hofmann.