En Todo es ventura Juan Ruiz de Alarcón empieza a experimentar con la comedia de caracteres. Antonio Castro Leal considera que en esta pieza el autor crea una estructura dramática más sólida, fundada en la intriga y en la acción, con el propósito de marcar las diferencias entre sus personajes. En Todo es ventura el héroe se apropia de su destino y consigue cambiarlo, mediante acciones bien pensadas y desafíos a las circunstancias. Esta pieza pertenece a la segunda etapa de la obra de Ruiz de Alarcón. Esta etapa comprende la mayor parte de las obras escritas durante su segunda estancia en Madrid, entre 1613 y 1618.