Marzo de 1912. Elspeth Dunn —una joven escritora que jamás ha abandonado su hogar en la remota isla escocesa de Skye— recibe la carta de un admirador norteamericano. La firma el universitario David Graham y supone para ella una puerta al mundo. A medida que los dos se vuelcan en la correspondencia —compartiendo sus esperanzas más atrevidas y sus mayores secretos— su intercambio acaba convirtiéndose en amistad y, con el tiempo, en amor. Cuando estalla la primera guerra mundial, David se alista como voluntario y la correspondencia se trunca. Junio de 1940. En plena segunda guerra mundial, la hija de Elspeth, Margaret, se enamora de un piloto inglés. Su madre trata de disuadirla; sabe, por experiencia, lo doloroso que es mantener una relación en tiempos de guerra. Un día Elspeth desaparece dejando unas cartas tras de sí. Margaret se adentra con ellas en un pasado del que nada sabía.