Desde principios del siglo XX, organizaciones y movimientos antirracistas de población negra se acercaron a los postulados del marxismo. Su razonamiento era sencillo: si esta era la teoría de los pueblos explotados, seguro que sería un aporte interesante para la población negra, una de las más explotadas del mundo. Este binomio de marxismo y antirracismo produjo algunas de las más potentes reflexiones del pensamiento crítico a nivel mundial, anticipando elementos fundamentales de teorías contemporáneas en boga como las perspectivas del sistema-mundo, el colonialismo interno, las teorías de la dependencia o los enfoques poscoloniales y decoloniales. Sin embargo, debido a un intenso racismo intelectual y académico, estas contribuciones son aún muy desconocidas y no forman parte de la oferta curricular de casi ninguna universidad.
La población negra fue fundamental para erigir el sistema capitalista a nivel mundial. Es hora de que dejen de ser meros objetos de estudio de interés etnográfico y empecemos a tomarles en serio como sujetos productores de un conocimiento social crítico de alto valor para la comprensión de nuestros tiempos.