Porque sólo quien conoce las profundidades, conoce la vida completa. Sólo el retroceso da al hombre toda su energía para avanzar. El genio creador, sobre todo, necesita esta forzada soledad temporal para medir desde la lejanía de la exclusión el horizonte y la altura de su verdadera tarea. Los mensajes más importantes para la Humanidad han venido del exilio, los creadores de las grandes religiones, Moisés, Cristo, Mahoma, Buda, todos tuvieron que internarse primero en el silencio del desierto, en el no estar entre hombres, antes de poder alzar su palabra decisiva.