Tuvimos ocasión de debatir en Ginebra, en 1974, cuando nos invitó el Consejo Mundial de Iglesias, a raíz de una revisión de un texto del propio Illich sobre el concepto de escolarización y el concepto de concientización. Debatimos, durante cincuenta o sesenta días, sobre pedagogía y sobre esos conceptos de desescolarización y concientización. Suelo hacer énfasis en lo que llamo “politicidad de la educación”, ese carácter político que tiene la enseñanza. Ivan no se preocupa tanto por eso, pero yo, aunque no reconozca o no acepte que la educación puede ser la llave para las transformaciones radicales del mundo en el sentido de la expoliación, pienso que es decisiva para entender la preservación del mundo llevada adelante por quienes están en el poder, para quienes ya tienen el privilegio.