Consecuencia lógica más que secuela de Retoquecitos, donde se exploraba qué y cómo cambia la doctrina freudiana si se erradica de ella el principio de placer, Nuevos retoquecitos hace lo propio con la enseñanza de Lacan, acompañándola desde el primero hasta el último de sus seminarios, con sorprendentes resultados. De aceptar sin crítica ese principio, Lacan pasa a disfrazarlo y a puentear las incongruencias que introduce, y tanto llega a distorsionarlo que al fin lo vuelve irreconocible. Sin embargo, por no desestimarlo se ve obligado a colocar, sobre innumerables secuencias argumentales, unos parches que ahora quedan a la vista y que sugieren revisar la concepción del objeto, el lazo entre necesidad, demanda y deseo, la diferencia entre marca y letra, y el carácter mismo de la estructura. Esto tiene radicales implicancias en la manera de entender el síntoma y su relación con el inconsciente.