Tomar información y aportaciones de diversas fuentes, analizarlas y reflexionar sobre ellas antes de intentar formarse una opinión es a lo que se refiere el propio término.
Es el proceso por el que se consideran racionalmente los pensamientos y los argumentos, en lugar de precipitarse a formar una opinión y emitir un juicio sobre algo. La capacidad de pensamiento crítico es necesaria independientemente de lo que otros indiquen, porque así es como uno llega a formarse realmente sus propias creencias y convicciones, en lugar de limitarse a repetir las creencias y convicciones de otros.