El cuarto de Giovanni

. De veras parecía, cuando abrazaba a Hella, que mis brazos constituían un hogar y que yo la estaba acogiendo de nuevo en él.

Y en instantes como ese me parecía que únicamente estábamos aguantando y cometiendo el asesinato más prolongado, menos grave y más perpetuo.

miramos de hito en hito desde ambos lados de un espacio angosto que estaba lleno de peligro, que casi parecía rugir, como una hoguera.

Je le sais, mon vieux.

A lo mejor todo lo malo que te pasa te vuelve más débil

Así que he decidido que lo intentemos los dos, esto de quererme, bueno, a ver qué tal va la cosa.

contemplar su rostro, me percaté de que me importaba mucho que yo pudiera iluminárselo tanto. Vi que podría estar dispuesto a dar también mucho para no perder ese poder.

Ven. Estoy seguro de que soy mucho más mono que el papel de tu pared, o que el conserje. Te sonreiré cuando te despiertes. Ellos no.

bajo su belleza y su chulería, pavor, y un deseo terrible de agradar; algo espantoso, espantosamente conmovedor, hizo que quisiera, angustiado, extender el brazo y consolarlo.

no hay mucha gente que haya muerto de amor. Pero han muerto multitudes, y mueren continuamente, ¡y en los sitios más raros!, por su ausencia.