En México, como en el mundo, el petróleo es, y ha sido, un recurso central en la producción de la energía para el desarrollo económico de las naciones, así como una fuente de la riqueza institucional y personal de los individuos y los grupos económicos ligados a él. Este texto sigue la historia paralela de la burocracia sindical al frente del sindicato de PEMEX como la de sus opositores, quienes lucharon por la democracia sindical y la autonomía de los representantes del sindicalismo corporativo de los trabajadores del Estado del sistema político mexicano, con el PRI en su centro. El texto desemboca en “la llamada” crisis política de 1958 en la que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) fue parte, crisis nacional en la que el régimen político mexicano se mantuvo a través de la corrupción, la violencia y el crimen de los opositores.