tese en un lugar tranquilo, de preferencia al final del día, cuando usted está cansado. Cierre los ojos, piense en lo que tenga ganas de pensar. Después de un tiempo, rece. Pida a Dios luz, protección y ayuda. Entonces, comience a hablar: no busque lógica en las palabras, escuche los sonidos que salen de su boca. En aproximadamente una semana, estos sonidos comenzaran a transformarse en palabras, estas palabras en frases, y su ángel usará este canal para comunicarse.