En cualquier investigación en ciencias sociales los riesgos acechan: muchas veces, las categorías que se usan para analizar un fenómeno pueden olvidar parte de él, los hechos que contradicen la hipótesis inicial quedan sin registrarse, las encuestas favorecen una respuesta o inhiben otra, los resultados se generalizan a cuestiones que no se estudiaron y quienes recolectan los datos pueden influir con sus sesgos y motivaciones en las respuestas que obtienen. Para Howard Becker –uno de los sociólogos clave en la escena contemporánea–, estos errores no ocurren al azar ni son inesperados. «En realidad –escribe–, la organización de nuestras actividades de investigación los torna hasta cierto punto probables y esperables», naturalizados con la afirmación tranquilizadora de que «todo el mundo lo hace así".
En Datos, pruebas e ideas, Becker explora una variedad de distorsiones y errores de investigación, mediante ejemplos de indagaciones ajenas y una extensa experiencia propia de trabajo de campo en distintos ámbitos. A partir de este valioso material postula que, lejos de naturalizarse o tomarse como simples «fallas técnicas», los errores deberían convertirse por derecho propio en objetos de investigación.
Con sentido del humor, ánimo de polemizar y tono accesible, Becker –cuyos heterodoxos escritos de metodología son ya un clásico en las ciencias sociales–, invita a sus colegas a salir de la comodidad de las recetas aprendidas y nunca cuestionadas, y a reflexionar sobre los supuestos que los guían para identificar sus problemas de investigación e, incluso, sobre los sesgos que ellos mismos pueden transmitir a sus resultados. En este libro, llamado a ocupar un lugar destacado en las bibliotecas de estudiantes de grado y posgrado, profesores e investigadores, Becker exhorta a “crear datos que sirvan como pruebas fidedignas, capaces de soportar el peso que les atribuimos, las ideas que queremos explorar”.