Un sinfín de noticias del mundo que nublan con toda razón nuestro entendimiento.
Menos mal que éste es un trabajo no académico, pues de serlo, ¿se imaginan la cantidad de referencias que contendría? Sin embargo, no las requiere y no tanto por su calidad de no ficción sino por el sencillo hecho de que lo consignado aquí, ocurrió. Sabemos que ocurrió puesto que lo vimos publicado, comentamos las notas, las discutimos e incluso las citamos también. En ese sentido, afectó nuestra subjetividad tanto como la de Margo Glantz, y también por ese hecho sabemos que lo consignado aquí ocurrió, existe. Es y nos da un ser apesadumbrado, fragmentario, maldito.