Los Estados Unidos de América, surgidos violentamente de las aspiraciones de sus primeros colonizadores, han llegado a ser una de las naciones más poderosas del mundo, mientras su pasado sigue dando forma todavía a su presente y moldeando su identidad misma como país. La búsqueda de su independencia como nación y las ambigüedades sobre las que se fundó conforman la base de este libro lúcido y sincero. Tomando como punto de partida la América colonial con la llegada de los primeros europeos, atraídos por la promesa del lucro económico e impulsados por la piedad religiosa, trata con minuciosidad las tensiones inherentes de un país levantado sobre el trabajo de esclavos en nombre de la libertad; aquel forzado a afirmar su unidad y reevaluar sus ideales ante la secesión y la guerra civil, y aquel que luchó por establecer su supremacía moral, seguridad militar y estabilidad económica durante las crisis financieras y los conflictos globales del siglo xx. En este estudio aparecen intercaladas las múltiples voces de la historia de la nación: esclavos y esclavistas, revolucionarios y reformadores, soldados y hombres de Estado, inmigrantes y refugiados. Son dichas voces, junto con las del país multicultural que es hoy, las que definen los Estados Unidos de América en el amanecer de un nuevo siglo.