—No…
Sólo un No bastó para que se aproximara, me tomara con sus manos fuertes y acercara mis labios con los suyos, dándoles una bienvenida dulce y l ena de pasión, me besa y lo beso; es un beso blando y sediento. Jamás me imaginé que un roce pudiese ser tan perfecto, tan mágico, es único y especial por el desnudo instante de que ha sido.
Mi primer beso.