Con frecuencia la vida moderna se basa más en la visión física que en respetar la visión mental interna. Esta falta de atención al mundo interior subjetivo es preocupante, porque no ver la mente puede llevar a las personas a tratar a los demás sin respeto ni compasión. Puesto que las experiencias que vivimos, en casa con la familia o con los amigos, en el colegio con los profesores o los compañeros, y en nuestras interacciones con el mundo más amplio de la cultura y la sociedad, dan forma a lo que somos, nuestra manera de percibir dichas experiencias pueden facilitar el mindsight o dificultarlo. Por eso si la mayoría de esas experiencias son orientadas al exterior, confiando solo en nuestro sistema para percibir los objetos físicos, no desarrollaremos las habilidades para ver y modelar el mundo personal de nuestra vida interior e interpersonal.