El fantasma de la casa del lago

Soy el fantasma de la casa del lago y la casa del lago es mi universo.

la realidad no siempre está definida por el mundo que nos rodea, sino por el que traemos adentro.

¿No dicen que los amores se diluyen en el olvido como los fantasmas en la lluvia? Ah, no, esas eran las lágrimas.

Leer a otro es un acto de amor, pero ser testigo del instante en que eso ocurre es un milagro. Entre quien escribe y quien lee se extiende una intimidad solo comparable a la de dos seres unidos piel con piel.

Lo que elegimos mirar no solo habla de nuestros gustos, también puede trazar nuestro destino.

Por fortuna tengo madera de sindicalista y me he convertido en una experta en el fino arte de pedir descansos,

Una tontería, sin duda, pero ¿qué, sino tonterías, podemos hacer los enamorados?

Mi papá se llama Pancho y es muy buena gente

escritor, y ya se sabe que son gente rara que nunca terminó de entender los engranajes del mundo y prefirió inventar otros.

le sacó un pasaportito al gato,