En efecto, el deporte incorpora actividades que, directa o indirectamente, comprenden impresionantes masas de capital y trabajo —además de las propiamente responsables de la organización y el desempeño de las acciones deportivas, están comprometidas actividades productivas diversas: calzado, vestido, equipo, publicidad, medios masivos y, por medio de éstos, firmas de perfumes, cosméticos, alimentos, industria químico-farmacéutica y de la salud, clínicas, hospitales, clubes, escuelas e institutos, entre otros—. El deporte reclama la participación de una multiplicidad y diversidad de instituciones en todos los países y en todas las regiones del mundo, una presencia en el dominio de los espectáculos y la comunicación y, con ello, adquiere una capacidad insólita de intervenir en la formación de identidades sociales e individuales. Las di