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Krasznahorkai László

Tango satánico

  • Alicia Sandovalhas quoted6 months ago
    Contempló con tristeza aquel cielo que no auguraba nada bueno, los restos abrasados del verano recorrido por bandadas de langostas, y de pronto vio desfilar en una misma rama de acacia la primavera, el verano, el otoño y el invierno, como si percibiera la totalidad del tiempo que jugueteaba en la esfera inmóvil de la eternidad mostrando una infernal línea recta, la cual daba la impresión de atravesar el paisaje escabroso del caos y, al crear así la altura, alimentaba a la vez la ilusión de que el vértigo era algo necesario… Y se vio a sí mismo en una cruz de madera formada por la cuna y el ataúd, se vio allí agitándose, atormentado hasta que finalmente una sentencia árida—que no conocía distintivos ni distinciones y sonaba como un chasquido—lo entregaba desnudo a los lavadores de cadáveres, a las risotadas de despellejadores afanados, en un lugar donde comprobaría sin piedad, fríamente, la verdadera medida de las cosas humanas, donde constataría que ni un solo sendero lo conducía de regreso, pues para entonces se habría enterado ya, además, de que había ido a parar a una partida cuyo resultado estaba decidido de antemano y en la que los tahúres lo despojarían incluso de la última arma que poseía: la esperanza de poder retornar algún día a casa.
  • jose niño hernandezhas quotedyesterday
    hacer nada, nada de nada, únicamente mirar cómo va pasando esta puñetera vida…
  • jose niño hernandezhas quotedyesterday
    na infernal línea recta, la cual daba la impresión de atravesar el paisaje escabroso del caos
  • jose niño hernandezhas quotedyesterday
    totalidad del tiempo que jugueteaba en la esfera inmóvil de la eternidad mostrand
  • clasusca23has quoted21 days ago
    («¿No hay nadie despierto? ¿Nadie lo oye? ¿Nadie salvo yo?)
  • Viridiana Carrillohas quoted21 days ago
    resultaba difícil volver así sin más de los parajes por los que divagaba,
  • David Olivareshas quotedlast year
    Contempló con tristeza aquel cielo que no auguraba nada bueno, los restos abrasados del verano recorrido por bandadas de langostas, y de pronto vio desfilar en una misma rama de acacia la primavera, el verano, el otoño y el invierno, como si percibiera la totalidad del tiempo que jugueteaba en la esfera inmóvil de la eternidad mostrando una infernal línea recta, la cual daba la impresión de atravesar el paisaje escabroso del caos y, al crear así la altura, alimentaba a la vez la ilusión de que el vértigo era algo necesario… Y se vio a sí mismo en una cruz de madera formada por la cuna y el ataúd, se vio allí agitándose, atormentado hasta que finalmente una sentencia árida —que no conocía distintivos ni distinciones y sonaba como un chasquido— lo entregaba desnudo a los lavadores de cadáveres, a las risotadas de despellejadores afanados, en un lugar donde comprobaría sin piedad, fríamente, la verdadera medida de las cosas humanas, donde constataría que ni un solo sendero lo conducía de regreso, pues para entonces se habría enterado ya, además, de que había ido a parar a una partida cuyo resultado estaba decidido de antemano y en la que los tahúres lo despojarían incluso de la última arma que poseía: la esperanza de poder retornar algún día a casa.
  • Jeroaméhas quoted3 years ago
    para sobreponerse a las inquietudes en las interminables noches de insomnio…
  • Jeroaméhas quoted3 years ago
    y renunciar por un tiempo a su propósito
  • Jeroaméhas quoted3 years ago
    que no fuese preciso aguantar que, en el interior, el corazón latiera cada vez con mayor lentitud y, además, las piernas se entumecieran cada vez con mayor frecuencia
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