Este libro pretende dar cuenta de las reivindicaciones, pasadas y presentes, que han utilizado el consumo como una herramienta crítica y transformadora. Pero más allá de los movimientos centrados en los intereses o derechos de los consumidores, el consumo crítico abarca formas de activismo más amplias, que prestan atención a todas las estructuras y agentes involucrados en la producción, distribución e impacto socioambiental de los productos, muy comprometidas con las demandas de otros movimientos sociales, como el feminismo, el ecologismo o de defensa de los derechos humanos.Se aborda la historia del consumo y el boicot como una de las formas más características del activismo, y se analizan cuatro sectores: la alimentación, la moda, la energía y el big data.