Cada feminicidio es un escándalo abrumador. ¿Cómo entender la saña, la violencia, el resentimiento y el odio raigal que asoman tras el deprecio con que se arrancan vidas de mujeres en México?, ¿cómo concebir la indiferencia institucional en torno a la cotidiana aparición de cuerpos ultrajados en todo el país? En el marco amplio de las insultantes cifras de personas que, día a día, pierden la vida en un país donde los crímenes ligados al narcotráfico han desbordado a todas las autoridades de distintos niveles de gobierno, las cuales exhiben su colusión e ineptitud a un tiempo, despunta ominosamente la cantidad de mujeres cuya dolorosa muerte se debió a eso, a que eran mujeres. Los esfuerzos por documentar, investigar, sancionar e inhibir los asesinatos de todas ellas aún son angustiosamente insuficientes si pensamos que, según cifras oficiales, siete mujeres son ultimadas cada día en el país.
Este libro constituye un esfuerzo por estudiar el complejo papel que desempeñan, en el tema del feminicidio, la construcción de las identidades de género, las masculinidades violentas, la educación, las instancias de procuración de justicia, las alertas de género y los protocolos implantados en México, la sesgada difusión que de esos hechos hacen los medios masivos de comunicación y el activismo con el cual la sociedad civil afronta, con valor y dignidad, un escenario tan oscuro.