En los veinticinco capítulos de este libro —la mayoría reelaboraciones de artículos que publicó en la revista El Cultural a lo largo de los últimos cinco años—, Sánchez Ron ha intentado moverse en el doble territorio de la ciencia y de la vida, entendida esta no solo bajo la óptica que determina la ciencia, sino también desde perspectivas más amplias, especialmente la del efecto que nuestras bien informadas (por la ciencia y la técnica) acciones ejercen en nuestro hábitat, el planeta Tierra, y en nosotros mismos, en nuestro presente y en nuestro futuro.
De ahí el título, La vida de la ciencia y la ciencia de la vida. Se trata de comprender de dónde venimos —«hijos de las estrellas»—, qué somos, en qué, tal vez, podremos convertirnos, y acaso sobre todo, entender que lo que hacemos tiene consecuencias.