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Gina Berriault

Mujeres en la cama

  • Marcia Ramoshas quoted2 hours ago
    belles lettres, poesía y literatura de ficción: el cráneo se reduce al margen del conocimiento que se agolpe en su interior. También era excepcional por otro motivo: no tenía la apariencia de un bibliotecario. Llevaba un fedora Borsalino
  • Marcia Ramoshas quoted2 hours ago
    belles lettres, poesía y literatura de ficción: el cráneo se reduce al margen del conocimiento que se agolpe en su interior. También era excepcional por otro motivo: no tenía la apariencia de un bibliotecario. Llevaba un fedora Borsalino
  • Marcia Ramoshas quoted2 days ago
    bolsillos de una sucia parka verde fuera un chiflado que había salido a matar a otro bibliotecario. En Sacramento, dos bibliote
  • Marcia Ramoshas quoted2 days ago
    personas peligrosas: a lo largo de los siglos los escritores han tenido fama de no servir para nada y a menudo
  • Marcia Ramoshas quoted4 days ago
    Klipspringer asintió y buscó un cigarrillo en el bolsillo interior de su chaqueta.
    —¿Y sobre qué escribe usted? —preguntó el hermano ofreciéndole un cigarrillo
  • Marcia Ramoshas quoted5 days ago
    todo el tiempo. Y discutían cuando él llegaba a casa. El rímel le corría por las mejillas y teñía de negro sus lágrimas.

    —Pero ellos no se llevaban bien incluso antes de que tu padre me conociera.

    —Supongo que sí —dijo—, pero de todas formas ella lloraba por culpa
  • Marcia Ramoshas quoted5 days ago
    madre tenía naranjos, limoneros y muchísimos rosales. Había uno tan alto como los árboles y sus ramas colgaban hasta el suelo, como una tienda de campaña cubierta de rosas. Ellos, mi padre y mi madre, eran judíos refugiados provenientes de Alemania. Primero fueron a Cuba y mi padre trabajó
  • Marcia Ramoshas quoted5 days ago
    la barbilla, se quedó dormido boca arriba. El sueño de él la alcanzó mientras se desvestía y se ponía el camisón y la empujó junto a su marido; se dio la vuelta en la cama para ponerse frente a él y puso la mano sobre su pecho desnudo, intentando convencerlo con su mano, con todo su corazón, de que permaneciera con vida. «Querido Ger­ald, amado Gerald
  • Marcia Ramoshas quoted6 days ago
    que la había llevado a París hacía siete años revivió de nuevo en su memoria. Había ido sola y vivido allí durante tres meses gracias a la pequeña herencia de una tía, pero el dinero se había acaba
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