Tal casa la podría haber diseñado, calculó Esteban, el arquitecto Juan Segura o acaso Francisco Serrano, pero el hecho de que contara con aquel amplio y poco agraciado jardín, lo hacía dudar de sus sospechas. Segura le habría agregado bancas, faroles y uno que otro adornito. Y Serrano habría solucionado bien la ausencia de espacio con tal de poner jardineras, como lo había hecho en el edificio de la calle Sindicalismo.